Una de las ciudades mas bellas de Croacia es Dubrovnik, sin dudas. Una extensa historia de comercio y guerras le ha dado su fisonomía actual heredada de hace siglos. Su casco histórico amurallado y sus calles de losas brillantes y ocres han visto pasar caballeros y mendigos, guerreros, reyes y saqueadores. Hoy, somos nosotros quienes las recorrermos tratando de recuperar algo de aquellas historias.
Recuerdo que la primera vez que llegué a Dubrovnik, vivía aún la atmósfera casi campesina que hoy ha perdido un poco. Las bordadoras se apiñaban sentadas a las puertas de sus casas mientras continuaban la charla con sus vecinas, sin perder de vista las puntadas.
Colgaba de los alféizares y de las puertas pequeñísimas, todo tipo de tejido con lanas rústicas. Mostraban casi con verguenza las pinturas naïf que luego se cotizarían tanto. Hoy esas mismas casas se han transformado en galerías de arte, talleres artesanales, tiendas de souvenirs…
También es verdad, que gracias a estos tiempos, Dubrovnik, Patrimonio de la Humanidad, goza de la lozanía y salud que se merece. Si vas a visitarla por primera vez, déjame que te de mi consejo sobre lo imprescindible, lo que no debes dejar de ver en Dubrovnik.
Si sigues el recorrido natural de la ciudad tendrás la oportunidad de conocer algunos de sus puntos mas interesantes:
Las Murallas: caminar por sobre el sistema defensivo de la ciudad (la antigua República de Ragusa) te dará una idea de la posición estratégica. Su sistema fortificado es el mejor conservado del Mediterráneo, construido en el siglo X. El recorrido debes iniciarlo entrando por la Puerta de Pile (con su puente levadizo y todo). Antes de entrar a la ciudad, mira la imagen que está en la puerta: San Blas, el patrono de la ciudad. Después, subes las escaleras y podrás recorrer las murallas hata la Torre Redonda de Minceta desl siglo XV.
Las fuentes en la ciudad de Dubruvnik muestran la estima y tratamiento de aguas que tenía la ciudad. Caminando por las calles podrás ver aún hoy los canales que trasvasaban las aguas apra que no se estancaran como en otras ciudades, dándole un mayor nivel de salubridad para la época. Entre las fuentes, te recomiendo acercarte a la de Velika Onofrijeva o de Onofrio que recibía el agua proveniente de un acueducto desde el exterior de las murallas.
El Palacio del Rector. Que ya hemos descripto en este post hace un tiempo.
Deja pasar el tiempo en Stradum. La calle principal es la vía por donde discurre la mayoría del movimiento de la ciudad. Allí encontrarás muchos rincones donde hacer un alto. No dejes de entrar en la iglesia serboortodoxa de Blagovijest.
Desvíate por las calles transversales. Encontrarás rincones interesantes como la Sinagoga, una de las más antiguas de Europa.
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